jueves, 30 de octubre de 2008

EL EXILIO CHILENO


La historia de Chile está jalonada por varias fechas en las que sobrevinieron exilios: en el año 1767 se expulsó a los jesuitas de todos los territorios bajo el dominio del rey de España, Carlos III; en octubre de 1814, luego de la Batalla de Rancagua, miles de chilenos se refugiaron forzosamente en Argentina, principalmente en Mendoza; en los años 1851 y 1859 se repitió el éxodo debido a las guerras civiles de esos años, como también por la Guerra Civil de 1891. Ya en el siglo XX, entre 1927 y 1931 y bajo el régimen de Carlos Ibáñez del Campo, otros chilenos debieron dejar el país por causas políticas; igual sucedió en 1948 durante el mandato de Gabriel González Videla. Pero fue durante el régimen de Augusto Pinochet (1973-1989) cuando el destierro político se convirtió en un hecho sin precedentes, tanto por la cantidad de chilenos prohibidas de vivir en su país como por la persecución ideológica que ello implicó.
A esos hechos los distancian muchos años. Durante su transcurso diversos países del mundo se enfrentaron en devastadoras guerras con su consecuente barbarie y menosprecio por pueblos y culturas: bombardeos de ciudades, invasiones, asesinatos, muertes y exilios fueron su saldo.
Es en este contexto que en el siglo XX surge un movimiento para el reconocimiento y protección internacional de los derechos humanos, que culminó en trascendentales declaraciones que dieron origen a otros tantos sistemas para su protección internacional: la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, de 1948; la Declaración Universal de Derechos Humanos, de 1948; la Convención Europea de los Derechos del Hombre y de las Libertades Fundamentales, de 1950, entre otras.

miércoles, 15 de octubre de 2008

VESTIMENTA MAPUCHE



La mayoría de los aborigenes criaba al Chilihueque (oveja de la tierra), una especie de llama o guanaco domesticado. Los rebaños mas numerosos de estos animales los tenían los aborigenes instalados al sur del Bio-Bio, especialmente por las necesidades de la lana para confeccionar frazadas, vestidos y ponchos. Las mujeres tejían en telares, formado por un marco formado de cuatro palos afilados contra la pared de la ruca.Usaban collares y pulseras que hacían de conchas, caracoles y piedras pequeñas de cobre llamadas Chaquiras.
yo creo que los aborigenes de antes nose avergonsavan de su ropa, vestimenta y raza pero la gente de ahora si sobre todo les noños y eso no deveria ser haci ya que eso es lo que son o mejor dicho somos.



miércoles, 1 de octubre de 2008

FUNDACION DE CIUDADES

El conquistador don Pedro de Valdivia, junto con la exploración al sur de Chile, decide la fundación de ciudades que a la postre constituirían la base de la futura colonización del territorio.

Luego de enfrentarse a la más seria resistencia indígena, en la región bañada por el Bio-Bio y el Laja y atacado por más de 300 guerreros armados con lanzas y mazas, acción de la que se sale triunfante, Valdivia acampa en el valle de Peguco o Pemuco; siendo su primer contacto con el valle y bahía de Concepción, hoy Penco. Más tarde en 1550, en una nueva exploración por la zona, decide el 3 de marzo, fundar una ciudad, a la que llamó “La Concepción de María Purísima del Nuevo Extremo” o “Concepción de Nuestra Señora”.

Desde ese mismo día, la recién fundada ciudad sufre el continuo ataque de los indios, la que logran destruir en 1554, pocos días después de la muerte de Valdivia. Refundada varias veces terminó por ser levantada en el valle de Mocha en 1754, después del terremoto de 1751, por orden del gobernador Ortiz de Rozas con el nombre de “Concepción de la Madre Santísima de la Luz”. Obtuvo el título de ciudad en 1764.


Fue fundada por Pedro de Valdivia hacia 1551-1552, en la ribera norte del río Cautín donde se produce la confluencia de éste con el río de Las Damas.

En 1600 fue distribuida por los indios y abandonada por sus pobladores. En 1632 empezó a ser repoblada, pero con temor por nuevos ataques. En 1693 se instaló una misión eclesiástica que se mantuvo hasta 1723, en que fueron atacados, por indígenas. En 1882 durante los días de la campaña de pacificación de la Araucanía, le levantó en ese lugar el fuerte de Carahue que dio origen al pueblo que hoy lleva su nombre.



Por orden de Don Pedro de Valdivia en el año 1544, Juan Bautista de Pastene con el título de teniente de gobernador recorre las costas del sur de Chile y reconoce un gran río llamado”Ainilebo” en cuya desembocadura se levantaba un pueblo indio llamado Ainil. Los expedicionarios bautizaron el río y el puerto con el

nombre de Valdivia y tomaron posesión de él y de una isla vecina llamada Guiguacabín, donde vivía el cacique Leochengo. Tal fue el descubrimiento de la zona costera de Valdivia.
Trascurrieron casi 8 año antes que la cuidad fuera fundada. Esto ocurrió el 12 de febrero de 1552. Fue el propio conquistador quien presidió las ceremonias de fundación. Estableció las bases de la población, hizo edificar una iglesia matriz que llamó Santa María la Blanca, levantó un fortín para la defensa, marcó los sitios para las casas del Ayuntamiento, hospital y convento de regulares, además de parroquia y después de distribuir los solares dejó la ciudad en buena forma. Su primer gobernante se llamó Julián Gutiérrez de Altamirano. El Emperador Carlos V y la reina doña Juana le concedieron el título de ciudad en 1554. Los ataques de los indios, obligaron a repoblarla con diversos nombres: se llamó Santa María la Blanca y Dulcísimo Nombre de María de Valdivia, nombres dados por el conquistador Valdivia como homenaje a la Virgen del Rosario. Progresó rápidamente, pus fue centro de numerosas expediciones, además de las riquezas de sus minas y la fertilidad de sus campos. Destruida por el terrible terremoto del 16 de diciembre de 1575, que conmovió a cinco ciudades del sur, fue reconstruida y vivió un período de relativa calma hasta 1599, año en que fue asaltada y destruida por el ataque de cuatrocientos indios. Poco después, en 1602, el capitán Francisco Hernández Ortiz fundó sobre las ruinas de Valdivia el fuerte de la Santísima Trinidad por encargo del gobernador Alonso de Ribera. El intento fracasó por falta de elementos y por los renovados ataques indígenas. Vino más tarde la intervención de los corsarios holandeses que vieron en la ciudad de Valdivia un posible trampolín para desde allí atacar al Virreinato del Perú. Sólo dos meses duró la ocupación holandesa de Valdivia, desde agosto a octubre de 1643. Nuevamente fue reprobada 1645 por orden del virrey del Perú, don Pedro de Toledo y Leiva, marqués de Mancera. La repoblación y refundación de la ciudad se hizo fortificando al mismo tiempo la isla Constantino, Niebla y Corral.